Ciencia española 2013 y CSIC

Todos los años, aproximadamente por estas fechas, algunos de los analistas internacionales más importantes, ofrecen los datos del ranking de las universidades de todo el mundo. Las clasifican según un índice obtenido por combinación de diversos parámetros. A pesar de las críticas interesadas que recibe, el Center for World-Class Universities at Shanghai Jiao Tong University es una de las entidades de mayor prestigio entre las que realizan este tipo de estudios. En sus análisis, examina los datos de universidades de todo el mundo y ordena las primeras 500 según los resultados conseguidos. Muchos medios de comunicación españoles, recogen sus conclusiones y dan noticias sobre la posición de nuestros Centros Públicos de Enseñanza Superior. Para clasificar las Universidades se utiliza un índice compuesto por los siguientes parámetros: número de egresados de una institución que ganan premios Nobel y Fields Medals (10% de índice), número de profesores que han obtenido igual mérito (20%), número de investigadores más citados dentro de 21 categorías temáticas científicas (20%), artículos publicados en Nature y Science, las revistas científicas más relevantes que se publican (20%), documentos indexados en el Science Citation Index y en el Social Science Citation Index (20%) y por último, el rendimiento académico per cápita de cada institución (10%), obtenido por la división de los cinco indicadores anteriores entre el personal académico que trabaja a tiempo completo.

Pues bien, como en años anteriores, ninguna de las universidades españolas se sitúa entre las 200 primeras del mundo, ver ranking, como correspondería a un país que, como España, se encuentra entre los 15 más ricos por su PIB. Este hecho sistemático, demuestra que la Universidad española necesita una profunda reforma, más allá de la brutal subida de cuotas que está imponiendo el Gobierno del PP o de las escasas modificaciones de tipo burocrático que introdujeron en la Ley socialista de Reforma Universitaria (LRU) del año 1983, los gobiernos del PP en 2001 y del PSOE en 2007. Esta LRU es la principal responsable de la actual estructura y funcionamiento de las universidades españolas. Treinta años son suficientes para concluir que el fracaso de la legislación en este tema capital es evidente.

Otros rankings también de interés, son los que consideran la producción científica de relevancia internacional. Evalúan las áreas científicas en un contexto mundial y dan una visión, que pretende ser objetiva, de la situación de la Investigación en España de la que tanto aparentan preocuparse los distintos gobiernos, pero cuya realidad es lamentable en estos momento: hace casi dos años que no se publican en el BOE las convocatorias de proyectos de investigación científica, numerosos doctores e investigadores de excelente formación se ven obligados a abandonar el País o a dedicarse a otro tipo de trabajos para poder subsistir, y el prestigio internacional, adquirido con gran esfuerzo por los mejores grupos científicos universitarios o de los Organismos Públicos de Investigación, empieza a ser cuestionado seriamente por la falta de medios económicos. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas, muy conocido también por su acrónimo CSIC, la mayor institución pública dedicada a la investigación en España y la tercera de Europa, está en una situación crítica. Este escenario es consecuencia, primero, de la mala gestión y el despilfarro de los equipos de gobierno del PSOE, luego de los recortes de la última etapa socialista y, ahora, de la asfixia económica impuesta por el actual Ministro de Economía y Competitividad del PP, de quién de forma absurda, depende la Investigación española. Como viene denunciando desde hace meses el personal científico y de gestión de sus Institutos, muchos Centros deberán parar sus investigaciones e incluso despedir a investigadores y personal contratado, si antes de octubre no se transfieren los aproximadamente 75 millones de euros que tiene de déficit este Organismo Público. 

En todo caso, el mal producido es ya irreversible por el deterioro de la imagen de la investigación española en el ámbito internacional. La revista Nature divulgó recientemente la lamentable situación que atraviesa el CSIC. Uno de los numerosos ejemplos que pueden citarse es la decisión que ha tomado la Japan Society for the Promotion of Science, la institución del gobierno japonés que se encarga de las becas y financiación científica en ese País, de excluir este año al CSIC de su Programa Bilateral Internacional.

Recientemente el SCIMmago Research Group, ha utilizado para evaluar la Ciencia española, la información contenida en la base internacional de datos SCOPUS y proporciona una idea clara de la situación de la ciencia de cada país en el contexto mundial. Con los datos que suministra SCOPUS, han calificado 2.740 instituciones de todo el mundo que publican artículos científicos. Esta base de datos es la mayor que existe. Analiza más de 20.500 publicaciones editadas por más de 5.000 editoriales internacionales. Representa, aproximadamente, el 80% de las publicaciones internacionales revisadas por especialistas y asegura un contenido renovado gracias a las actualizaciones semanales que realiza. Incluye también los perfiles de los autores de las publicaciones y sus datos bibliográficos, las referencias, y el número de veces que el trabajo ha sido citado en otras publicaciones posteriores. Por tanto, ofrece una idea clara de la importancia que la comunidad científica mundial concede a cada publicación. Para situar la magnitud de lo que está en juego si la política de I+D+I del Gobierno del PP no cambia de forma drástica e inmediata, basta decir que el CSIC ocupaba la octava posición mundial en el SCimago Journal&Country Rank, considerando el periodo 2007-2011.

Por último, para comprobar el ejercicio de cinismo político con el que actúan el Gobierno del PP y el Ministro responsable del tema, conviene recordar aquí la pregunta que Carlos Martínez Gorriarán, portavoz adjunto de Unión Progreso y Democracia, UPyD, hizo en el Parlamento a Luis de Guindos y la respuesta de éste. Vean, pero antes de pinchar en la fotografía para abrir el vídeo, tómense, los directamente afectados, una pastilla para los nervios. Después juzguen con tranquilidad.